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Celos patológicos durante la pandemia

“Después de unas semanas de confinamiento, sentía que su pareja empezaba a cuestionarla, a dudar de ella. Decía que la quería y echaba de menos, que no podía soportar estar separados y no poder verse, pero a la vez se mostraba molesto cuando le contaba que había hecho una videollamada con sus amigas. Se sentía confundida porque antes no se había comportado de esta manera.” 

 

En estos tiempos difíciles que estamos viviendo hay muchas nuevas situaciones que nunca habíamos experimentado. Para algunas parejas, convivir durante el confinamiento ha sido una experiencia que ha mejorado la relación, a nivel sentimental e íntimo. Para otras, no convivientes, ha resultado todo un reto. Muchas han experimentado dudas acerca de cómo sería el reencuentro, si todo el tiempo que han pasado alejados podría afectar a la relación y cómo podrían solventarlo. Otras han descubierto o reafirmado que uno o los dos miembros de la pareja han sufrido celos.

Y es que cuando no puedes ver a tu pareja, cuando no puedes saber qué hace o con quién se relaciona, cuando dejas de controlar, la ansiedad que producen esos celos se vuelve insoportable. Probablemente para algunas parejas no habrá sido una novedad, antes del confinamiento ya los experimentaban. Otras, sin embargo, se habrán visto sorprendidas, ya que algunos métodos de control que utilizaban antes de las restricciones y que pasaban desapercibidos, en el momento del confinamiento no les han sido suficientes y han tenido que utilizar otros mucho más evidentes.

El confinamiento ha supuesto para muchas parejas que vivían separadas el inicio o agravamiento de la respuesta de los celos. La distancia ha impedido que las personas celosas puedan controlar la conducta de sus parejas. Aunque podemos pensar lo contrario, si no puedes salir de casa no hay peligro, la cuestión es que muchas personas se han visto asaltadas por las dudas y los celos porque no sabían con qué personas se relacionaba virtual o laboralmente su pareja. Además, al no poder tener contacto físico ni observar sus reacciones de forma directa también se veía limitada la posibilidad de comprobar el estado de “enamoramiento” de la pareja. Ante la incertidumbre y el “descontrol” ha aumentado la respuesta de los celos.

 

“La situación se fue intensificando a medida que pasaba el tiempo de confinamiento. Un día llegó a pedirle la ubicación porque no creía que estuviese en casa cumpliendo el confinamiento.”

 

¿Cómo identificar los celos patológicos?

Los celos se entienden como un miedo irracional y tóxico a perder a la persona amada, a ser traicionados o engañados, a ser abandonados por otra persona… Son un patrón de comportamiento que hemos aprendido como forma de entender las relaciones. Este patrón está formado por una serie de pensamientos distorsionados acerca de nuestra pareja y nuestra relación, muchas veces basados en mitos en torno al amor romántico. Estos pensamientos generan miedo y ansiedad, y se llevan a cabo conductas que buscan controlar a la pareja con el fin de reducir el miedo y buscar la seguridad. 

Cuando alguien nos importa, cuando queremos a esa persona, en algún momento podemos sentir cierto miedo a la pérdida. Tener una relación siempre implica correr el riesgo de perderla, todos lo sabemos y todos corremos el riesgo, porque las emociones positivas que experimentamos compensan. Sentir ese miedo puede ser normal y nos informa del valor que le estamos dando a esa relación. 

Sin embargo, no podemos normalizar ni romantizar los celos. Está muy extendido eso de que si siente celos es que te quiere mucho, son una muestra de amor. Controlar, vigilar, obligar a hacer o no hacer algo, invadir la intimidad, pedir continuas explicaciones, etc. a la persona que quieres no es amor. Este tipo de respuestas son las que conocemos como celos patológicos.

 

Características de los celos

Pensamientos

Son interpretaciones irracionales sobre el amor y la relación de pareja. Algunas de las creencias muy extendidas y aceptadas sobre los celos en nuestra sociedad son:

 

  • Creer que nuestra pareja es una posesión y está obligada a dedicarnos atención exclusiva y a darnos explicaciones de cada uno de sus movimientos.

 

  • Considerar que si tu pareja siente celos porque has hablado con ese amigo o compañero de trabajo es un signo del amor que siente por tí. Como he dicho antes, esto no es amor.

 

  • El mito de la unidad que nos hace creer que “somos uno” y que si estamos juntos debemos pensar, sentir y querer lo mismo, y si no es así algo ocurre. Además, tenemos que hacerlo todo juntos, y si no queremos/quiere compartir el 100% del tiempo es que no me quiere lo suficiente.

 

  • Creer que sólo podemos ser felices si está a nuestro lado esa persona. Este es el mito de la media naranja, por el cual creemos que estamos incompletos hasta que encontramos a la otra mitad.

 

La persona que piensa de esta manera, va a interpretar de forma errónea lo que la pareja hace, dice o siente, aparecen dudas sobre las relaciones que la pareja tiene, etc. Casi cualquier cosa relacionada con la pareja puede ser el foco de estas interpretaciones sesgadas, provocando bucles de pensamiento interminables, acompañados de un gran malestar, inseguridad, enfado y desconfianza.

Emociones

Las creencias distorsionadas que he comentado anteriormente, generan emociones de malestar, inseguridad, dudas y desconfianza constante que nos hace percibir la situación y la relación como un riesgo, nos mantiene en una situación de alerta y peligro continuo. Esta alerta desencadena la respuesta de miedo y ansiedad.

Acciones

Van a ir encaminadas a reducir el estado de alarma y ansiedad en el que se encuentra la persona. Normalmente, tienen que ver con el control de la pareja, preguntas y llamadas o mensajes excesivas, búsqueda de información (hora de última conexión, si está en línea o no, doble check, revisión del móvil, email o interacciones en redes sociales, incluso pedir ubicación) para confirmar o desmentir sus miedos, restringir o condicionar las salidas o visitas a determinadas personas o actividades… Cualquier respuesta que permita encontrar la tranquilidad y la seguridad que siente la persona celosa. 

 

Los celos no son normales y no debemos tolerarlos. Si crees que necesitas ayuda para poner límites a tu pareja o si crees que tu sientes esos celos excesivos, pide ayuda a un profesional. El amor no debe ser sufrimiento.

 

“Una vez que pasó el confinamiento la relación volvió a la normalidad. Él se disculpó por su comportamiento durante aquellos meses, cree que la situación y la restricción le superó. Pero ella seguía con dudas sobre si el cambio sería real. Decidió plantearle acudir a terapia para controlar los celos, y así intentar entender lo que había sucedido.”

 

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Raquel Martínez

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