La comunicación asertiva, ¿ qué es?

Cuando estaba en reuniones con varias personas le costaba mucho dar su opinión. Apenas escuchaba a los demás y nunca participaba. Le hacía sentirse insegura la idea de hablar para dar otra visión, temía mucho ofender o generar algún conflicto, así que no participaba en las conversaciones.

Pide cita con una psicologa | Los humanos somos seres sociales y por ende,  la comunicación forma la base de nuestras interacciones diarias, por lo que es importante que esta comunicación funcione de manera efectiva. Pero algunos de nosotros encontramos esta comunicación más difícil que otros. Volverse más asertivo ayuda a comunicarnos de forma más efectiva, para que el otro nos entienda mejor o para superar la  timidez en torno a la comunicación y así expandir nuestras aspiraciones y necesidades sociales. Pero, ¿qué significa realmente ser asertivo en la comunicación?

Que es la asertividad y cuales son sus beneficios

El diccionario  define a una persona asertiva como alguien que expresa sus necesidades y opiniones claramente, para que la gente se dé cuenta. En otras palabras, significa defender sus derechos y opiniones, y tener confianza en esta opinión sin menospreciar a los demás. Significa volverse más seguro de uno mismo, expresivo, resolutivo y empezar a ser consecuente con lo que en fondo queremos para nosotros y la relación con los demás. 

Los  siguiente puntos constituirán además otros muchos beneficios asociados a la práctica de una comunicación asertiva: 

Desarrollar el respeto mutuo en una relación.

Aumenta la confianza en uno  mismo .

Ser más consciente de cómo nos sentimos.

Ser más decisivo.

Construir honestidad en las relaciones.

Tener más probabilidad de obtener lo que nos merecemos, y estar  por tanto más satisfecha en el trabajo y en aquellas esferas o relaciones donde la trabajemos. 

Sin embargo y lo que más nos interesa sería conocer cuáles serían los pasos a seguir para lograr esta mayor asertividad en nuestra comunicación.

Cómo mejorar la asertividad:

¿Rehuyes cualquier situación que pueda resultar en confrontación? ¿Escuchas lo que dicen los demás pero mantienes tu propia opinión bajo llave y candado? O tal vez ¿eres todo lo contrario, y a veces impones tu opinión a los demás? Identificar  qué estilo de comunicación usamos más es el primer paso para mejorar nuestras habilidades comunicativas. 

Identifica sobre todo  introspectivamente,  evaluando  tus sentimientos, necesidades y valores, qué tipo de cosas te apasionan, porque son las cosas que  uno más debe comunicar si quiere defenderlas.

Podría ser algo tan grande como tu opinión sobre lo que se puede hacer con el problema de la especulación sobre el precio de la renta , o algo tan pequeño como pasar la noche viendo televisión o haciendo ejercicio. Sin embargo, será siempre importante  que no ignores los valores de los demás, incluso que aprendas a valorarlos y por tanto a escucharlos. Sus valores son importantes, pero también  tus amigos, colegas, primos y vecinos. Una vez que reconozcas eso, alza  también  tu propia voz de forma asertiva. No sólo debemos reconocer en qué situaciones es adaptativo o un derecho beneficioso comunicar lo que necesitamos o sentimos, sino el contenido, tono de voz, así como el lenguaje corporal que usamos. 

Nuestro lenguaje corporal dice mucho sobre cómo nos sentimos por dentro. Cuando estamos nerviosos, encorvamos los hombros o cruzamos los brazos o las piernas en un esfuerzo inconsciente por hacernos más pequeños. Si quieres sentirte más segura y asertiva, trata de mejorar tu postura. Siéntate derecha, con los hombros hacia atrás y los dos pies firmemente plantados en el suelo. ¡Alza tu cabeza! Mantener el contacto visual es también muy importante,  transmite confianza y demuestra que estás interesada y comprometida con lo que dice la otra persona. La confianza es contagiosa, y al hacer estos simples cambios en el exterior, pronto comenzarás a sentirte más seguro por dentro.

Practica las siguientes técnicas

Técnica de nebulización: 

Consiste en imaginar que una crea una especie de “muro de niebla” entre los reproches o críticas de los demás y uno mismo,  que evita que la otra persona obtenga una respuesta negativa de usted, es decir evita darnos un respiro, separar el dolor de la crítica de nuestro yo y para poder así reaccionar de forma menos defensiva o sumisa y en cambio de forma más asertiva y honesta. Por ejemplo, llegas tarde a una fiesta de amigos y cuando llegas, comprensiblemente, están molestos.  En lugar de ponerte a la defensiva, que es el tipo de respuesta que tu amigo desea de ti, di “sí, llegué tarde y veo que esto te ha molestado”. Este tipo de respuesta está de acuerdo con la verdad: ¡llegaste tarde después de todo,  pero no reaccionas defensivamente sino comprensiblemente. 

Reconoce tus faltas, pero sobre todo para ti misma, con el tiempo sabrás entonces disculparte más pero con conocimiento de causa, comprender y elegir más acertadamente cuándo reconocer un error y asumirlo y cuándo defendernos sin tener que cambiar según lo que el otro exige o espera.

Repetición: 

Demuestra persistencia en lo que quieres. Por ejemplo, compra una bolsa nueva y el asa se rompe después de dos usos. Lo traes de vuelta a la tienda y explicas que te gustaría un reembolso. El empleado de la tienda te dice que no pueden ofrecer el reembolso por productos usados. En lugar de aceptar esto y alejarte, intenta defender lo que quieres repitiendo «esta bolsa está defectuosa y se rompió después de un uso mínimo, me gustaría un reembolso». Al repetir con calma lo que quieres en  esta situación, el empleado puede llegar a entender mejor tus derechos y motivos.

Aceptar un cumplido:

 Aceptar cosas buenas que nos dicen cuándo está justificado muestra una gran confianza. Compraste esa camiseta nueva por una razón. Te gusta, te ves bien en ella, así que trabájalo. Y cuando alguien más te haga un cumplido, en lugar de ignorarlo, di “gracias, a mí también me gusta mucho” o lo que sientas si es positivo. 

Deja de inhibirte sólo por lo que otros puedan pensar o decir de ti . 

Esto puede ser muy difícil si te gusta complacer a la gente y no puedes soportar la idea de ofender a alguien. Sin embargo, de la misma manera que otras personas no deberían controlar tus opiniones, tú no puedes controlar las opiniones de los demás. Todo lo que puedes controlar es cómo eliges actuar en cada momento, y  cómo comunicar tu mensaje. Si eres amable y honesta sin herir a los  demás, no debería haber ninguna razón para inhibir la expresión de tus opiniones, sentimientos o peticiones de tus necesidades y derechos., incluyendo el derecho a  decir que no cuando así de verdad lo consideres. En resumen,  atrévete a ser la persona que te gustaría más ser, aunque a veces ello conlleve sentir que nos pueden rechazar, que no gustamos o sentirnos culpables ya que nos decimos “no debería haber pedido tanto…” Revisa lo que de verdad necesitas y te mereces en cada contexto y practica a atreverte ya que con el tiempo todas esas barreras cambiarán y las verás de forma muy diferente.Pide cita con una psicologa | 

Aprendió a enfrentarse al miedo y las inseguridades y se propuso empezar a decir frases cortas y sencillas para dar su opinión y participar en las conversaciones de grupo. Pudo darse cuenta que era escuchada y que nada malo pasaba al expresar sus opiniones. Poco a poco fue atreviéndose a hablar más y comenzó a sentirse mucho más cómoda en estas situaciones.

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